No podía dar comienzo a la lectura de este manifiesto de otra forma que exclamando: ¡ESTAMOS INDIGNADOS!
Nos indigna ver familias conducidas a la exclusión social por perder sus puestos de trabajo, sus viviendas, sus prestaciones sociales, su futuro…
Nos indigna que con este panorama desolador para las familias y las personas trabajadoras, los ricos sean cada vez más ricos: como botón de muestra, Telefónica celebraba hace muy poco beneficios récord en su historia.
Nos indigna que el banquero Emilio Botín presuma públicamente, con los tiempos que corren, de que el banco que preside, el Santander, sea “el claro ganador de la crisis económica y financiera mundial” y de que en los últimos cuatro años “ha conseguido 35.000 millones de beneficios neto”.
Nos indigna comprobar que no se haya encausado a ningún responsable de la crisis que está creando tanto sufrimiento entre las clases más desfavorecidas.
Nos indigna que nuestros representantes en el gobierno no nos representen y acaten servilmente los dictámenes de instituciones nada democráticas como el Fondo Monetario Internacional y la banca.
Nos indigna que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Dª Esperanza Aguirre, compare al Movimiento 15M con los movimientos totalitarios, cuando totalitarios son los sistemas de gobierno de las grandes empresas y la banca, auténticas dictaduras que guían los pasos que deben dar nuestros representantes políticos.
Nos indigna que los medios de comunicación hayan tratado muy de pasada el asunto del Pacto del Euro, siendo como es, un paquete de medidas que, en caso de aprobarse, afectarían directamente a nuestras vidas: a nuestros salarios, a nuestras pensiones, a nuestras prestaciones sociales...
Nos indigna que la Comisión Europea recomiende a España que se amplíe la edad de jubilación, que los salarios se midan conforme a la productividad y que se impongan límites al gasto público destinado al bienestar de la ciudadanía.
Nos indigna comprobar que las medidas que proponen nuestros representantes políticos siguen en la línea de estrangular a las personas más débiles y vulnerables, en beneficio de mercados y banca.
Nos indigna saber más sobre las muletas de Su Majestad Don Juan Carlos, la celebración de la Champions o el accidente de Ortega Cano que del Pacto del Euro, porque los medios de información deciden unilateralmente qué debe conocer y qué debe escamotearse al público.
Nos indigna que todo este proceso de decisión sobre medidas que nos afectan directamente se decida a nuestras espaldas, de forma oscurantista, sin consultar a la ciudadanía.
Nos indigna que, una vez más, consideren a la ciudadanía incapaz de decidir sobre lo que le concierne y afecta, limitando su margen de acción a la introducción de una papeleta en una urna cada cuatro años.
El hartazgo de la población es más que evidente. Sabemos que nos tomará muchísimo esfuerzo esta lucha: no podremos arreglar en un año lo que se ha gestado en tantos, pero no desistiremos.
Se ha encendido la llama del cambio, pero aún nada ha cambiado: seguimos siendo mercancía en manos de políticos y banqueros.
Por ello, ¡seguimos reclamando NUESTROS DERECHOS! ¡POR ESO VOLVEMOS Y VOLVEREMOS A TOMAR LAS CALLES! ¡NADA SE CONSIGUE SIN LUCHA!
Por el futuro de los jóvenes y la dignidad de los mayores.
